viernes, 19 de febrero de 2010

La Sección (agri) Cultural.


Comunión plenaria

Los nervios se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire,
hasta alcanzar el cielo.

El mármol, los caballos
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que me he muerto
al ver matar un toro!...

Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho:
¿Seré yo esa piedra?

Nunca sigo un cadáver
sin quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo,
yo también cacareo.
Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo.

Oliverio Girondo

¿Ooootra vez argentinos? Ps sí. Como el Dr. Bauer dice siempre, a los cabrones no les bastó con tener la mejor carne, las mejores chicas, el tango, el vino, el Río de la Plata, el mate y al buen Juan Domingo. No. Además, tenían que presumirnos a su pléyade de escritores geniales. Agrandados.

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