martes, 22 de diciembre de 2009

Sección Agricultural de Emergencia.

Les describo la situación. Al Dr. Bauer se le ocurrió salir a vacacionar sin su laptop. Craso error. Escribo desde una computadora con 256 megas de RAM, Windows XP y un procesador AMD equivalente a algo así como Pentium 4. Lamentable, pues. Será difícil regalarles nuestra bonita sección de tiras o cargar alguna fotografìa para que vean cómo sufro.
Pero estaba leyendo un poco y encontré una bonita cita que, además de rescatarnos del silencio, acabará de romper con nuestra racha de poetas argentinos. Pero no canten victoria, que ya la retomaré tan pronto tenga mi máquina (no me aparato) en las manos. También les anticipo que trabajo en una primera entrega de la respuesta parabolar del Dr. Bauer a la pregunta dominguera "¿Cómo se debe vivir?", formulada por una de nuestras seguidoras.
Saludos a todos desde esta tierra salvaje.
[...] todo te atrapaba en alguna telaraña. Desdeñaba el uso de las agujas por la misma razón que desdeñaba a algunas de las supuestas mujeres hermosas: el precio estaba muy por encima de la medida del valor. No quería currármelo tanto.
Bukowski, Fragmentos de un cuaderno manchado de vino.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

La incertidumbre llega de Cuernavaca.

Hoy me contaron que un entrañable amigo del que llevo varios años distanciado está ahora en su tercera sesión de quimioterapia. La noticia me rompe por completo las certidumbres. Él tuvo en un año —quizá, incluso en un buen mes— más mujeres de las que yo he tenido en toda mi vida. La única vez que nos peleamos en tres años fue porque él me bajó una chica (en realidad, sólo era una golfa con la que a él se le presentó el momento antes que a mí). Uno de mis compañeros de cuarto lo ha recordado inmediatamente como bailarín nato. Es cierto, él solía obtener ingresos de montar coreografías y fungir como chambelán para fiestas de quince años. Mi otro compañero me habla de los partidos de basquet que se disputaban en las horas libres del bachillerato —que no nacían, sino que las hacían.

Pero yo también tengo recuerdos de él: más de una vez, pero menos, muchas menos de las que hubiera deseado, bebimos juntos y compartimos nuestras vidas a través del vaso. Exitoso con las mujeres, deportista y querido por cuantos le conocían: todo lo que yo no fui. Hoy, enfrentando un tratamiento incierto.

Yo, terminando la carrera, en la cúspide del consumo y el narcisismo intelectual. Más aislado que nunca y aparentemente imposibilitado para atraer al sexo opuesto. Pero sano, enfermamente sano. ¿Es acaso que Dios ha decidido recompensar a los obesos, sedentarios y alcohólicos?

Estas noticias me hacen extraviar la brújula moral y preguntarme, una vez más y con sentido urgente, sobre la pertinencia de tomarnos todo esto tan en serio.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Historia inconclusa.


Te acercas a preguntar si tengo fuego, levanto mi playera y enciendes tu delicado en mi pezón derecho. Pienso que me invitarás a tu mesa, pero te limitas a dar las gracias.

Mis amigos dicen que las mujeres no se acercan a uno para nada (con estas premisas, lo sorprendente es que el soltero sea yo) y me animan a "devolver la pelota a tu cancha". Capto la metáfora y comienzo a darle vueltas a la estrategia.

Buscando establecer contacto visual, volteo compulsivamente hacia la esquina donde la parte superior de tu cuerpo tapa --gracias a Dios-- una reproducción de Warhol. Interpreto el fracaso como fracaso, pero mis amigos sostienen que, como es natural, te estás haciendo la difícil.

Voy en el sexto vaso, así que la idea me hace sentido y acaban por convencerme. Pero se que aún no tengo suficiente soltura para lanzarte unas cuantas salvas verbales con posibilidades de dar en el blanco. Desvío la conversación y sigo bebiendo por un rato.

Me acabo el noveno ruso negro y me siento casi listo para intentar abordarte. No hay prisa, son apenas las diez; y a juzgar por las risas que llegan hasta mi mesa, no estás pensando en irte. Aun así, soy consciente de que, si no actúo pronto, estaré tan suelto que difícilmente podría siquiera apuntar.

La tira de la semana.


Un millón de monos con máquinas de escribir, por Fadri: http://monos.fadri.org/

La sección (agri)cultural.


El incompetente.
Pablo Neruda.

Nací tan malo para competir
que Pedro y Juan se lo llevaban todo:
las pelotas,
las chicas,
las aspirinas y los cigarrillos.

Es difícil la infancia para un tonto
y como yo fui
siempre más tonto que los otros tontos
me birlaron los lápices, las gomas
y los primeros besos de Temuco.

Ay, aquellas muchachas!
Nunca vi unas princesas como ellas,
eran todas azules o enlutadas,
claras como cebollas, como el nácar,
manos de precisión, narices puras,
ojos insoportables de caballo,
pies como peces o como azucenas.

Lo cierto es que yo anduve
esmirriado y cubriendo con orgullo
mi condición de enamorado idiota,
sin atreverme a mirar una pierna
ni aquel pelo detrás de la cabeza
que caía como una catarata
de aguas oscuras sobre mis deseos.

Después, señores, me pasó lo mismo
por todos los caminos donde anduve,
de un codazo o con dos ojos fríos
me eliminaban de la competencia,
no me dejaban ir al comedor,
todos se iban de largo con sus rubias.

Y yo no sirvo para rebelarme.

Esto de andar luciendo
méritos o medallas escondidas,
nobles acciones, títulos secretos,
no va con mi pasmada idiosincrasia;
yo me hundo en mi agujero
y de cada empujón que me propinan
retrocediendo en la zoología
me fui como los topos, tierra abajo,
buscando un subterráneo confortable
donde no me visiten ni las moscas.

Esa es mí triste historia
aunque posiblemente menos triste
que la suya, señor,
ya que también posiblemente pienso,
pienso que usted es aun más tonto todavía.

viernes, 13 de noviembre de 2009

La sección (agri)cultural.

Hace una quincena o un mes que mi mujer de ahora eligió vivir en otro país. No hubo reproches ni quejas. Ella es dueña de su estomago y de su vagina. Cómo no comprenderla si ambos compartimos, casi exclusivamente, el hambre.
Nos consolábamos a veces con comidas a las que buenos amigos nos invitaban, chismes, discusiones sobre Sartre, el estructuralismo y esa broma que las derechas quieren universal, saben pagar bien a sus creyentes y la bautizan postmodernismo. Participábamos, reíamos y adornábamos con nuestras risas las frases ingeniosas. Aquellas cenas a las que no podíamos aportar ni un solo peso ofrecían a un posible observador, tal vez a uno de los comensales que pagaban su parte de la cuenta, un aspecto admirable. Porque merecía admiración la astucia con que ella y yo, sin dejar de reír despreocupados, robábamos pancitos que cabían en la cartera de ella o en alguno de mis bolsillos. Así nos asegurábamos un desayuno seco para cuando despertáramos mañana en la cama de la pensión.
Se fueron acumulando los días casi miserables para triunfar convenciéndola de que yo había nacido para fracasado irremisible.

Juan Carlos Onetti. Cuando ya no importe.

Pa que no me acusen de argentinismo, hoy decidí ponerles a Onetti, que es de la Provincia Argentina Oriental del Uruguay.

La tira de la semana.


Representación gráfica de las relaciones del Dr. Bauer con el sexo opuesto.

A una mujer que me calienta el chile (y le sale asombrosamente bien).

Antes de que sigas coqueteandome con ese descaro, con ese aplomo que sólo tu sensualidad permite ejecutar impunemente; déjame advertirte que soy el hombre más cursi que conozcas. Antes de volver a sonreirme mientras acaricias mi barriga, piensa si estás dispuesta a oir poemas a las cuatro de la mañana, a encontrar tu cuerpo expuesto en octasílabos, si puedes soportar a un hombre que llora mientras lee un cuento de McEwan ¿No? Entonces te ruego que dejes de provocarme, que desistas de comprarme así. Porque tu cadera será más ancha que el universo, pero no lo es tanto como para contener mi ímpetu.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Derrota.

Sin importar por qué me odies, cuánto me odies, o lo que decidas hacer con tu odio, yo siempre estaré de acuerdo contigo. Y esa es la razón, amor mío, por la que estamos derrotados de antemano.

lunes, 2 de noviembre de 2009

En Cuernavaca vivo días de depresión sin asistencia etílica. Y es tan tan tan absurdo...

domingo, 1 de noviembre de 2009

Historias del metro I.

Estación Tlatelolco. Miércoles X de junio de 2009. Sentados en el piso del andén. No, no bajo el reloj, porque eso sí sería un cliché excesivo. Tú borracha, yo a punto. Un termo morado lleno de ginebra entre los dos. Más bien, volando de tu mano a la mía y de vuelta. Nos besamos ¿ espontáneamente? No es la primera vez, pero ha sido una velada deliciosa. De pronto, me metes en tus ojos y preguntas si te he seguido hasta ahí sólo por sexo. Soy el primer sorprendido al oír que de mi boca se escapa --cliché, pero no hay otra forma de decirlo-- un rotundo, casi instintivo no. Claro que estaba ahí por mucho más que el sexo, pero hasta ese momento ignoraba lo mucho que estaba involucrado en ti. Quisiera poder describirte tu cara al oírme. No lo creo, pero afirmas que existió el pelmazo que vaciló al responderte. Será que nunca se sentó contigo en un andén, ni tuvo tus labios cantando tan cerca de sus oídos que se sintiera indecente de estar en público...
Me tomas las manos. ¿Me tomas las manos? No sé, quizá sólo me besas. Pero después me invitas al desastre. Salimos del metro. ¿Qué podemos hacer, si se ha acabado la ginebra? No lo creo, pero hubo el pelmazo que te perdió esa noche.

Para A... por, puta madre, quien la haya besado sabrá por qué.

La tira de la semana (y del mes pasado).


Pues nada, renovarse o morir. Amo a Caballo Negro, pero hoy les dejo una tira de otro máster español: 1MM (1 Millón de monos con máquinas de escribir), por Fadri. Avanzamos hacia el no sense.

La sección (agri)cultural.


He encontrado el lugar justo...

He encontrado el lugar justo donde se ponen las manos,
a la vez mayor y menor que ellas mismas.

He encontrado el lugar
donde las manos son todo lo que son
y también algo más.

Pero allí no he encontrado
algo que estaba seguro de encontrar:
otras manos esperando las mías.

Roberto Juarroz.

En las paredes de Políticas. Expresiones femeninas.


No es cantina, pero salen pedos.

Graffiti en un tocador de damas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Donde el Dr. Bauer quisiera estar...

Río de la Plata desde la costa de Colonia. No es que allá me vaya mejor que acá, pero dan unas ganas de que sobren $15 000 para un boleto... Fotografía tomada por el Dr. Bauer.

El Antihumano.


Quienes hagan uso del Metro ya habrán podido disfrutar la nueva campaña publicitaria de cierta marca de "ron". Pues bien, las campañas que dicha marca realiza han sido desde hace mucho mi propuesta publicitaria favorita; pues me parece la más directa, honesta e incluso, permítanme decirlo, anticapitalista que se haya visto. Me explico: los encargados de diseñar la estrategia de imagen de ese ron nos dicen "sabemos que nuestro producto es pésimo, pero también que si ustedes lo compran no es porque les guste, sino porque no les alcanza para ninguna otra cosa. Así que no vamos a convencerlos de las bondades de este ron, simplemente queremos recordarles que ahí está, siempre a la mano. Además, piensen que estos son tiempos de crisis, por lo que no se ve mal economizar tomando matarratas." Fíjense nomás: no te dicen que el ron este te hará más blanco, más guapo; tampoco que brincarás más alto o se te alargará la polla. ¿Entonces? Lisa y llanamente, te embrutecerá sin golpear tu
bolsillo. ¿Qué es eso, si no promover el más puro valor de uso, desmercantilizar, el producto? Ahí les van unos ejemplos de la campaña anterior, los de ésta no los he podido hallar:






Pero por más que me guste esta campaña, me parece, como todo, perfectible. Ahí les van algunas humildes sugerencias del Dr. Bauer para los carteles que adornan nuestra ciudad:

-Preséntame a tu hermana la menor, porque la grande ya no aprieta. Soy caribeño, ¿y qué?

-Sólo es violación si dice que no más de tres veces. Soy caribeño, ¿y qué?

- (Para las fiestas) Puto el que no vomite. Soy caribeño, ¿y qué?

-Practica la democracia. Por atrás todos somos iguales. Soy caribeño, ¿y qué?

-¿Dónde queda el baño? Porque tu mamá dice que en tu recámara no. Soy caribeño, ¿y qué?

-Me gustan las preparatorianas, porque sin importar cuánto envejezca uno, ellas siempre tienen la misma edad. Soy caribeño, ¿y qué?

-Me la como. Soy caribeño, ¿y qué? (esta ya anda circulando en la web, desconozco al autor)

domingo, 11 de octubre de 2009

Acerca de Faulkner.

Hoy leí la opinión acerca de William Faulkner que Truman Capote expresó en una entrevista. Aún si, como todo indica, no llego a escritor, espero que el más talentoso de nuestra generación se exprese así de mí algún día:

"No soy un gran admirador de Faulkner. Nunca ha tenido ni la más pequeña influencia sobre mí. Me gustan tres o cuatro cuentos cortos de "That evening sun" y su novela "Luz en agosto". Pero la mayor parte de su obra es altamente confusa (...) A él lo conocí muy bien. Era un gran amigo mío. Bueno, tan amigo como se podía serlo de él si no eras una ninfa de catorce años".

sábado, 10 de octubre de 2009

Creatividad cerrada por derribo.

El Doctor Bauer atraviesa una crisis de verborrea, pero eso no implica que los vaya a privar de su Caballo Negro ni de la Sección Agricultural. Esperen por nuevos posts. Besos.

La tira de la semana.


Ya saben, http://www.caballonegro.cn

La sección (agri)cultural

"A la sombra del primer manzano"

Abel pensaba cómo librarse de su hermano; pero Caín fue más rápido.

Gaetano Vergara.

"Si crees que no me debes nada..."

Si crees que no me debes nada, nada me debes, porque respeto todas las creencias y porque todas las creencias son iguales. Todas son creencias.

Antonio Porchia.

(Quien tenga alguna queja porque 3 de 4 poemas incluidos hasta ahora para cultivo y solaz de nuestros pacientes han sido de argentinos... pues haga un tango)

Star Wars

El doctor Bauer siempre ha sido fan.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Lo que le dije al conde.


He llegado a la conclusión de que un tanatólogo no es el especialista encargado de velar por la salud de mi escroto.

Los que me acusan de incongruente por tener un iPod y una cazadora Polo, confunden el marxismo con la regla benedictina.

Ella me dijo que no quería tener hijos. Temía que le diera cáncer de mamá.

La sección cultural, para que no piensen que esto es sólo de pedos y tetas.

"Más que palabras"

Bimbo*

Primero fue el verbo ("disparar"), luego el sujeto ("yo"), después el complemento circunstancial ("con la pistola"), y más tarde el adverbio de lugar ("en la cabeza"). Por fin, como si fuera un puzzle, reconstruyó la frase. ¿Los motivos? Gramaticales.

*Sí, así se seudonimia el autor, no es mi culpa. En su defensa, diré que es alemán y que probablemente nunca en su vida ha oído nombrar a Lorenzo Servitje.

Por variar, les pongo una tira que no estrictamente habla de sexo.

Nuestro amable proveedor, http://www.caballonegro.cn

sábado, 26 de septiembre de 2009

Historia de Alondra.

Hace mucho tiempo, en esta misma galaxia, tenía yo un amigo con el que de vez en cuando nos dábamos el placer de escribir a cuatro manos. En una ocasión escribimos algo bastante parecido a un cuento, pero que muy poca gente llegó a ver, ya que en aquel relato echábamos mierda hacia una parte considerable de nuestras amistades de aquel entonces. Pues nada, que uno de los protagonistas de la historia se llamaba Alondra. Aquí, su historia.

Te amé sin jamás poder tener nada contigo, qué ridículo. Y me pasé contigo, contigo --sin darme cuenta, por supuesto, ya que estaba muy ocupado preparando los tonics y abofeteando a las mujeres de mi vida-- los momentos más fabulosos que pueda recordar.

Como aquellas vacaciones en que acababa de asumir el presidente más fascista que hemos tenido. ¿Te acuerdas? Estábamos todos tan frikeados con los retenes que hasta tú estuviste de acuerdo en que lo más sensato era llevar el coche limpio. Pero ya en la selva nos molías 24 horas diarias por no conseguirte lo que necesitabas.

Lo mejor fue cuando decidimos darle cinco minutos a occidente en un café internet, adonde fuimos a enterarnos que te habían aprobado la beca y caíste en la cuenta de que debías partir en septiembre. El resto de la semana fue un chistesote. Te nos ibas a terminar tu highschool en California y tenías que pasar todos aquellos antidoping... Puta, que desmadre. Tres meses dándote cinco litros de agua al día y presionándote a coger como loca para sudar todo todo aquello; y ni así se me hizo.

Pero te nos --te me-- fuiste y aquel ecosistema que giraba en torno a tus caderas se desvaneció para siempre. Pese a que todos suponíamos querernos tanto, no nos vimos durante todo un año, hasta que llegaste al springbreak. Como nací en Bolivia, nunca pude obtener una visa y tuve que conformarme con verte cada año, o algo así, entre aquellos yuppies y hippiechics que conformaban tu entorno. Rara avis siempre fui. Las periodizaciones dilusivas nos fueron separando año a año a año a año.

Ahora tu nombre se me ha borrado y de cómo nos conocimos sólo recuerdo cierta sonrisa irreproducible (chíngate, Walter) que me hizo conocer una lubricidad que se parecía increíblemente al deseo; y un llanto sincopado en medio de una cancha de fútbol con más pretensiones que metros cuadrados. Alguien te dijo puta sólo por llevar las bragas más alucinantes de la secundaria (y mostrarlas en corro), y tus hermanos secundaron la broma antes que defenderte. Los hubiera matado a todos, pero justamente a mí fue a quien decidiste negarle el derecho a verte los muslos, así que el rencor se impuso al sentido del deber. Años pasarían sin vernos, hasta que la noticia de que un amigo común era seropositivo --pinche joto tan entrañable-- terminó por imponernos la amistad. Nuestro amigo se murió, pero mi deseo de ti fermentó, se agrió, y acabé por tener que tirarlo. Y aquí estamos…

Interacción.

Se agradece al usuario Adrián XXX (mejor conocido por las féminas desnudas como Chistín) por el exhorto a comentar, y a comentar como los hombres: en pelotas. Anden, anímense a contrastar mis traumas con sus traumas, en una de esas hasta organizamos un suicidio colectivo (recuerden que las sectas organizan orgías antes del día final... y que los más vivos llevan cámara en lugar de arsénico). Besos éticamente correctos, Dr. Bauer.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Aviso.

Este Consultorio se declara oficialmente adepto al romanticismo ruso. Ergo, de hoy en adelante todos los nombres propios serán citados por la inicial, seguida de sus respectivos tres puntos.

Segunda carta abierta a una mujer que no me cree cuando digo que la amo.

Si este mismo talento que mostramos para mandarnos al carajo, para tasajearnos el cuerpo y derrochar herencias en vermouth, lo usáramos en exprimirnos los poros y, quizá, terminar la carrera, ¿qué pasaría entonces? ¿Qué pasaría, mi pequeña perversión ojos-de-pronto?

Si esta energía que empleo en golpearte la pusiera al servicio de tus pezones, y la pluma con la que me caricaturizas describiera la humedad que se desliza por tus muslos cuando te miro sin abalanzarme torpemente; ¿seríamos, entonces, felices?

No, no seríamos felices. Pero viviríamos la más formidable, la más envidiable de las desdichas, porque entonces tus uñas serían uno con mi espalda y mi impertinencia se fundiría entre tu cuello y tu tímpano.

Y quizá pasaría que un día habríamos visto juntos tantos atardeceres que pudieran parecernos demasiados. Y latiría cada día entre nosotros la tentación de pensarnos individualmente. Y la tentación sería sísifaicamente derrotada cada noche.


Para A..., por todo.

Del Laboratorio Lingüístico de la Dra. Alma Marcela Silva de Alegria*.

Hoy publicamos una colaboración de mi prima Alma Marcela, connotada cunnilingüista.

Para todos aquellos que se sienten incómodos con el uso de galicismos y buscan erradicar tendencias extranjerizantes de nuestra cotidianeidad cultural, comunicamos con satisfacción que hemos descubierto una manera no sólo sencillísima, sino además perfectamente castiza, de denominar ese elemento arquitectónico que los amanerados llaman mezzanine: entrepiso. De nada.

*Gracias a J... por el dato.
Esto lo escribí hace bastante tiempo, y seguro muchos de los pacientes ya lo habrán leído alguna vez, pero a petición de J... lo montamos otra vez por acá. A mí me gusta mucho, espero ustedes lo disfruten.

Besémonos ahora, mientras discuten la reforma fiscal. Que cuando el amor pague impuestos tendremos que dejar de hacernos los enamorados y al pobre Febrero le quitarán otro día.


Anda, amémonos por los pasillos de esta universidad, seamos los últimos que hagan el amor en ella antes de la privatización. Pasemos a la historia como los amantes insaciables que, en Las Islas o dentro de una bodeguita de servicio, no se enteraron de la segunda venida de la Modernización.


Si, a la fuerza, nos sacan indignados de la biblioteca mientras fornicamos entre los estantes, aprovechemos que el transporte es barato aún y podemos viajar de tu cama a la mía.


Tarde o temprano, acabarán desalojándonos de este país que tenemos en alquiler. Dicen por ahí que quedan todavía algunos barriles de petróleo. Prendámosles fuego y huyamos tras la agónica cortina de humo patrio.

Matémonos románticamente en ese melancólico agujero entre el 13 y el 15 de febrero.


Para S..., quien me enseñó la diferencia entre tener una vagina y ser Mujer.

Caballo Negro. Chica ideal.


Encuentren el archivo completo en http://www.caballonegro.cn

domingo, 6 de septiembre de 2009

31 de marzo

Ha terminado el mes
y el hijo sin venir
y mi hermano sin volver.

Ha terminado el mes y no te amé las piernas
y no escribí ese poema del otoño en Ontario
y pienso pienso pienso
se fue otro mes
y no hicimos la revolución todavía.

Juan Gelman.

sábado, 5 de septiembre de 2009

¡El que no comente es de la SAE!

Carta abierta a una mujer que no me cree cuando digo que la amo.

De la ordinaria administración del placer, de un deseo fríamente calculado, de una noche circunscrita al olvido, de la eyaculación y de lo efímero. De todo esto surgiste, de todo esto viniste. Hasta que decidiste instalarte en los resquicios prohibidos de mi cuarto, ahí donde yo habito, bon vivant y clochard, socialité y ermitaño. Hasta que tomaste por asalto el reverso de mi almohada y llegaste a la conclusión de que mis complejos no me merecían. Y me diste noches enteras en el metro, tomados del brazo de tu impredecible predictibilidad. Oýendote, siéndote. Olvidé en tus brazos el orgasmo y otras perversiones, me rendí al encanto de los besos sin dedos, a la permanencia voluntaria en primera base, a la procrastinación irredenta. Ahora que, por enésima vez, somos honestos y nos mandamos al carajo, no queda sino eyacular lo aprehendido.

Maltrato a la propaganda.



No faltará quien luego ande diciendo que en este Consultorio hacemos apología de la violencia... pero la verdad es que los que hacen estos carteles sí se mandan. Cierto que estamos en tiempos de austeridad, pero invertir un poquito en contratar un asesor publicitario difícilmente haría tronar a alguna Secretaría.

Un consultorio multipremiado.

Comunicamos con orgullo a todos nuestros pacientes que este consultorio ha refrendado por quinto año consecutivo su Récord Guiness al Clóset más grande del mundo, quedando incluso por encima de competidores tan dignos como Teherán, la comunidad emo, Menudo, y la Iglesia Católica. Muchas gracias a todos, no lo habríamos conseguido sin ustedes.

Dr. Bauer.

Respétame el duelo.

Está bien que no levantes el auricular, que a tu madre le digas que no sabes de quién habla cuando te pregunta por mí, que te excuses con tus conocidos por no poder facilitarles mi número -ya que lo has olvidado. No importa si te has quedado mis muebles y ahora -sólo porque sabes que sé que lo harás- te levantes por mi lado favorito de la cama. Incluso puedo entender que quieras ganarte unos pesitos subastando en ebay las bragas que te regalé. Pero por favor respétame el duelo y, no me jodas, deja de subir nuestros videos al redtube.

La tira de la semana.


Otra vez nuestro querido Caballo Negro. No olviden visitarlo en http://www.caballonegro.cn

sábado, 29 de agosto de 2009

Instrucciones para olvidar. (perdón, J.C.)

Hay una chica que tiene la facultad extraordinaria de decirme, sin querer, las cosas más hermosas que me haya dicho mujer alguna en mi vida. O si quieren que lo diga menos cursi, me dice a veces esas cosas que todo hombre quiere oir de labios de una mujer hermosa. Igual quedó cursi... Bueno, justo ayer me dijo una de esas frases.
Luego me quedé solo y como estaba borracho, lógicamente, empecé a pensar en argentino. A reserva de realizar en otro momento una digresión más lograda a partir de su frase, les ofrezco esto.

-Si salís del subte en Pueyrredón, largá siempre por Alvear y caminá derechito a la facultad. No tomés nunca Santa Fe, pues podrías acabar en mi casa.

-Quemá los brassieres que te regalé.

-No dejés nunca que una vaga insinuación de rozar mis labios te aparte de tus clases de francés, de tu cita en la gelatería, de una final Boca-River.

-Recordá que las milongas no siempre hablan de nuestro cuartito azul.

-Dejá de escribir en porteño por pura nostalgia del Río...

Instrucciones para domar una yegua.

Este también lleva dedicatoria, pero por respeto a la interfecta omitiré mayores referencias...

-Si se ha dejado abierta la puerta de su pieza será mucho más fácil.
-Cargar un cartucho de tranquilizante en cada cañon de una escopeta de aire de doble cañon (son las que tienen dos cañones), de las que se consiguen afuera del metro Etiopía.
-Asegúrese de encontrarla sola, sería desagradable verse en la necesidad de quemar cartuchos con algún macho de su manada.
-Acercarse sigilosamente, a ser posible, de noche y apuntar justo ahí donde la espalda pierde su honorable nombre. ¿Tiene su ejemplar ese punto a cubierto? Apunte a los muslos, son demasiado grandes para poder ocultarse.

-No sea usted impaciente, espero por lo menos tres minutos tras haber realizado el primer disparo certero para acercarse a su ejemplar. Deslice su mano desde la rodilla hasta el pubis -de vello gloriosamente recortado-, girando su palma de la parte exterior a la parte interior del muslo.
-¿Puede acariciar los alrededores del pubis sin recibir reacciones violentas? ¿Sí? Monte su ejemplar en la posición tradicional, usando los regios pies de aretes. ¿No? Puede arriesgarse a abordar su ejemplar en condiciones de vigilia, pero debe ser consciente de los posibles daños que le ocasionarán los ataques "en defensa propia", o bien aplicar un segundo cartucho de tranquilizante.

-Recuerde que sólo es violación si dice que no más de tres veces: asegúrese de cerrarle la boca a la segunda.

DicotomÍa incruenta


Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.

Oliverio Girondo.

El Dr. Bauer en la ciudad.

Aquí y aquí y aquí anduve esperando que llegara el día, después de que nos debimos decir adiós en tu casa... Te extrañé.


La tira de la semana.

lunes, 24 de agosto de 2009

Convicciones

Por más que me esfuerce, el estado etílico no será mi estado de agregación.
Vivir te mata.
No hay peor abismo que el revisionismo.
El papel higiénico es un artículo de primera necesidad.

Mi madre no es virgen.
88 grados, es fiebre.

sábado, 22 de agosto de 2009

Este es Caballo Negro, uno de mis webcomics favoritos y quien será acompañante infaltable de nuestro consultorio.
Visítenlo en http://www.caballonegro.cn o soliciten al Dr. Bauer la compilación con las mejores tiras. Se las envío con gusto.

Caceria unaria

Querido Logos, dejemos por un momento de trazar figuras en la arena y tengamos una distracción.

¿Qué clase de distracción, Sogol?

Yo le propongo que salgamos de cacería.

¡De cacería! Vaya disparate, Sogol. si hace rato que la temporada de patos ha cerrado.

¿Patos? Oh, no, Logos. El pato es un ser más bien anodino.

Y entonces, ¿qué propone usted que cacemos? ¿argelinos, quizá?

¡No, por Dios! Seres aún más anodinos. No, mi querido Logos. Yo le propongo que salgamos a cazar objetos unarios.

Aplicados a su tarea, Logos y Sogol casi exterminan a la raza humana, con la excepción de los argelinos y los mineros del carbón.*


*Para una mayor comprensión de este debraye mío, los remito al excelente librito Locura y democracia que, aunque lo escribió un francés, es un texto bastante disfrutable. Nociones básicas de psico-anal-isis requeridas.

Agenda

Sobrevivir,
aquilatar el olvido,
hacer como si.
Rendirse a las demostradoras,
morir por una mesera,
coquetear con menores.
Dormir en la calle,
tomar un autobús,
conseguir un abogado.
Encogerse de hombros.

Reflexiones CMLXXX (alguien dígame si sí existe ese número)

En ciencias sociales, citar suele ser una manera práctica de decir pendejadas sin asumir la responsabilidad completa por ellas. A mí, no obstante, me gusta quedarme todo el mérito de mis ocurrencias. Pero también hay ocasiones en las que citar es un ejercicio de humildad: el reconocimiento de que sencillamente somos incapaces de decir algo mejor de lo que ha sido dicho por alguien antes que nosotros.

Por variar un poco, empecemos con ellas.

Ayer, mientras pensaba en ti y en mí,
se nos murió un poeta.
Así nomás,
sin mediar causa-efecto,
como si tu perfume no alterara el curso de nuestros días
como si los poetas pudieran morirse.
Así nomás.
Vuelvo a pensar en ti,
mientras leo el periódico.
Y aunque hoy el horóscopo sea tan vago,
alinearé
los astros y las palabras
para que eclipsen la muerte
y escriban tu cuello.

Para E..., por haberme distraído un rato de las otras trsitezas, más cotidianas.

POEMA EN LINEA RECTA

Nunca conocí a quien le hubieran dado una paliza
Todos mis conocidos han sido campeones en todo.

Y yo, tantas veces bajo, tantas veces puerco, tantas veces vil,
Yo tantas veces indiscutiblemente parásito,
Indisculpablemente sucio,
Yo, que tantas veces no he tenido paciencia para darme un baño,
Yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
Que he enrollado los pies públicamente en los tapetes de las etiquetas,
Que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
Que he sufrido injurias y he callado,
Que cuando no he callado, he sido más ridículo aún;
Yo, que sido gracioso con las criadas de hotel,
Yo, que he sentido el guiñar de ojos de los mandaderos,
Yo, que he cometido vergüenzas financieras, pedido prestado sin pagar,
Yo, que, cuando la hora del golpe surgió, me he agachado
Fuera de la posibilidad del golpe;
Yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
Yo, declaro que no tengo par en todo esto en este mundo.

Toda la gente que conozco y que habla conmigo
Nunca tuvo un acto ridículo, nunca sufrió una injuria,
Nunca fue sino príncipe -todos ellos príncipes- en la vida...

¡Quién me diera oír de alguien la voz humana
Que confesara, no un pecado, sino una infamia;
Que contara, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.
¿Quién hay en este largo mundo que me confiese que alguna vez fue vil?

¡Oh, príncipes, mis hermanos,
Maldita sea, estoy harto de semidioses!
¿Dónde es que hay gente en el mundo?

¿Entonces sólo soy yo el que es vil y errado en esta tierra?

Podrán no haberlos amado las mujeres,
Podrán haber sido traicionados -¡pero ridículos nunca!
Y yo, que he sido ridículo, sin haber sido traicionado,
¿Cómo puedo hablar con mis superiores sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
Vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

Fernando Pessoa

Versión del portugués
Mario Bojórquez