sábado, 23 de abril de 2011

Tres poesías de circunstancias.



"Durante un apagón"

Adiós.
Porque no hay manera de deducir que me deseas.
Porque la esperanza, más que inútil, es contraproducente.
Porque el verso se me ha muerto en una rima.
Porque tu nombre ya no me dice "pasa".
Adiós.


"Lo que pienso mientras lavo mi azotea"

Yo,
amante confeso de los absolutos,
de los imponderables,
no sirvo para este mundo
que todo lo relativiza
lo degrada,
donde nada puede ser sino
a según.


[sin título]

Mis amigos,
todos ellos buenas personas,
se acercan a mí y dicen exhortan:
- Haz algo, haz algo. Protesta. ¿Irás a la marcha? ¿Estarás ahí?
Me miro las manos y pienso, triste,
pero tranquilo
- Queridos amigos, si no puedo convencer
a una mujer de yacer
conmigo
¿con qué oratoria puedo persuadir al escorpión
para que deje de matar?

1 comentario: