sábado, 29 de agosto de 2009

Instrucciones para domar una yegua.

Este también lleva dedicatoria, pero por respeto a la interfecta omitiré mayores referencias...

-Si se ha dejado abierta la puerta de su pieza será mucho más fácil.
-Cargar un cartucho de tranquilizante en cada cañon de una escopeta de aire de doble cañon (son las que tienen dos cañones), de las que se consiguen afuera del metro Etiopía.
-Asegúrese de encontrarla sola, sería desagradable verse en la necesidad de quemar cartuchos con algún macho de su manada.
-Acercarse sigilosamente, a ser posible, de noche y apuntar justo ahí donde la espalda pierde su honorable nombre. ¿Tiene su ejemplar ese punto a cubierto? Apunte a los muslos, son demasiado grandes para poder ocultarse.

-No sea usted impaciente, espero por lo menos tres minutos tras haber realizado el primer disparo certero para acercarse a su ejemplar. Deslice su mano desde la rodilla hasta el pubis -de vello gloriosamente recortado-, girando su palma de la parte exterior a la parte interior del muslo.
-¿Puede acariciar los alrededores del pubis sin recibir reacciones violentas? ¿Sí? Monte su ejemplar en la posición tradicional, usando los regios pies de aretes. ¿No? Puede arriesgarse a abordar su ejemplar en condiciones de vigilia, pero debe ser consciente de los posibles daños que le ocasionarán los ataques "en defensa propia", o bien aplicar un segundo cartucho de tranquilizante.

-Recuerde que sólo es violación si dice que no más de tres veces: asegúrese de cerrarle la boca a la segunda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario