sábado, 22 de agosto de 2009

Por variar un poco, empecemos con ellas.

Ayer, mientras pensaba en ti y en mí,
se nos murió un poeta.
Así nomás,
sin mediar causa-efecto,
como si tu perfume no alterara el curso de nuestros días
como si los poetas pudieran morirse.
Así nomás.
Vuelvo a pensar en ti,
mientras leo el periódico.
Y aunque hoy el horóscopo sea tan vago,
alinearé
los astros y las palabras
para que eclipsen la muerte
y escriban tu cuello.

Para E..., por haberme distraído un rato de las otras trsitezas, más cotidianas.

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