Besémonos ahora, mientras discuten la reforma fiscal. Que cuando el amor pague impuestos tendremos que dejar de hacernos los enamorados y al pobre Febrero le quitarán otro día.
Anda, amémonos por los pasillos de esta universidad, seamos los últimos que hagan el amor en ella antes de la privatización. Pasemos a la historia como los amantes insaciables que, en Las Islas o dentro de una bodeguita de servicio, no se enteraron de la segunda venida de la Modernización.
Si, a la fuerza, nos sacan indignados de la biblioteca mientras fornicamos entre los estantes, aprovechemos que el transporte es barato aún y podemos viajar de tu cama a la mía.
Tarde o temprano, acabarán desalojándonos de este país que tenemos en alquiler. Dicen por ahí que quedan todavía algunos barriles de petróleo. Prendámosles fuego y huyamos tras la agónica cortina de humo patrio.
Matémonos románticamente en ese melancólico agujero entre el 13 y el 15 de febrero.
Para S..., quien me enseñó la diferencia entre tener una vagina y ser Mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario